La novela narra el nacimiento de un campo petrolero en torno
al pozo Oficina Nº 1, primero del oriente de Venezuela, el cual fue perforado
por la `Venezuelan Gulf`. La novela sigue la transformación del pozo en un
pueblo petrolero, que en la vida real corresponde a la ciudad de El Tigre, y su
desarrollo anárquico. Esta novela es una continuación de Casas muertas.
Título: Oficina N°1
Autor: Miguel Otero Silva
Editorial: Libros El Nacional
Año de publicación: 2009
DE OFICINA N°1 O UNA MIRADA A LA VENEZUELA
PETROLERA
Lo cierto fue que antes de aparecer el petróleo, comenzó a nacer el
bahareque y a llegar la gente, pequeños grupos de adelantados que aspiraban a
estar presentes y bien situados cuando reventase el primer pozo y comenzara a
correr el dinero.
Carmen Rosa, personaje
principal de la anterior novela de Miguel Otero Silva, recomendada en la reseña
anterior, deja Ortiz y emprende un viaje en búsqueda del futuro y de la vida.
Pero ¿qué paso con ella? ¿Qué de su amorosa y fiel madre doña Carmelita? ¿a dónde
se fueron? Esta y otras interrogantes
hallaran respuestas al adentrarnos en la siguiente obra del autor llamada Oficina N° 1.
Ambientada entre finales de
los años 30, principio de los años 40 la obra desnuda la noción de desarrollo
de la Venezuela petrolera, tomando para ello la génesis de un pueblo oriental
alrededor de una sabana donde se presume hay petróleo, y donde sus personajes,
en parte autóctonos y en parte foráneos (los trabajadores de la Compañía), tejen una dinámica de
convivencia particular que condiciona y marca los modos de vida de nuestra
venezolanidad con los pueblos extranjeros
Con su característica pluma
sencilla y cercana, Otero Silva ofrece un mosaico de culturas mezclando magistralmente
a un cúmulo de personajes variopintos y en apariencia disimiles, como lo son:
el cura, el maestro, los indígenas locales, los isleños, las trabajadoras
sexuales, el criollo trabajador de la compañía y los americanos, en un paraje
que amalgama las más grandes diferencias sociales y culturales en torno a el petróleo.
En contraste con su novela
anterior, la cual recomendé en la pasada reseña, donde la desolación, la
enfermedad, la muerte y la soledad son tema permanente, ésta tiene como telón de
fondo, el trabajo, la técnica, las primeras autopistas, el acontecer mundial, el
bullicio, la vida y por supuesto ese desarrollo que, en las páginas de la
novela se devela, a veces lleno de oportunidad, a veces lleno de injusticia,
dolor y desigualdad. Asimismo, muestra el proceso de transculturización de
nuestro pueblo que ha dado como resultado el desprecio a lo nuestro y la
identificación, en gran media con lo foráneo, visto esto como: lo bueno, lo
deseable, lo mejor. Ejemplo de ello es el personaje de Guillermito Rada, quien: Profesaba hacia los Estados Unidos una
admiración que desbordaba todos los contornos de su alma. Servir a la Compañía
era, en cierto modo, contribuir al mantenimiento de la grandeza inmanente de
aquella nación que tanto veneraba.
Así pues, la obra
constituye no solo una de las grandes novelas del reconocido escritor,
periodista y fundador del diario El Nacional, Miguel Otero Silva, sino que, por
su vigencia y apego histórico, nos permite entender de dónde venimos y por qué
somos como somos.
Dicho esto, no me queda más que
recomendar ampliamente Oficina N° 1 de Miguel Otero Silva
cuya segunda edición de 2009, de la Biblioteca Miguel Otero Silva. Editada por
Los Libros del Nacional reposa hoy en mis manos.
¡Adelante!, ¡Anímense a
leerla!, que con plena certeza mucho ofrecerá tanto a lectores amantes de la
temática, histórica, política, económica, sociológica, cultural, regional y
también aquellos que disfrutan de un toque de humor del nuestro y de pasión.
Sobre el autor
Miguel Otero Silva (26 de
octubre de 1908 - 28 de agosto de 1985), fue un escritor, periodista, humorista
y político venezolano. Como figura de gran referencia en la literatura
venezolana, sus obras literarias y periodísticas estaban estrictamente
relacionadas con la historia social y política de Venezuela. Antes del
establecimiento de la democracia en 1958, fue forzado repetidamente al exilio;
después, fue elegido al Senado venezolano.
Nacido en Barcelona, Estado
Anzoátegui, se trasladó a Caracas a muy temprana edad, para estudiar en el
Liceo Caracas. Aplicó a la Universidad Central de Venezuela para estudios de
ingeniería civil. Durante este tiempo, desarrolla su actividad literaria
temprana, escribiendo para revistas y periódicos, como Élite y Fantoches, y
otras publicaciones universitarias, además de entrar en el periodismo.
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