La Tienda de muñecos.
(Versión
Comic).
Autor:
Julio Garmendia
Ilustrador:
Diego Duque
Adaptación:
Oriele Benavides
Editorial:
Fundación Editorial El perro y la rana
Año
de publicación: 2016
Género:
realismo mágico
Sinopsis
Este breve relato, el
más conocido de su autor, encierra en su sencillo argumento una aguda crítica,
al satirizar a una sociedad dividida estrictamente en rígidas jerarquías. El
protagonista es obligado desde niño por sus mayores, su abuelo y su padrino,
los propietarios de la tienda, a tratar con extremado respeto a los muñecos que
se exhiben en la misma, ordenados meticulosamente según un inamovible orden. La
tienda en sí misma es una metáfora de la sociedad de la época, en donde cada
individuo ocupa su lugar dentro de un orden preconcebido.
A MODO DE RE-CÓMIC
La
Tienda de Muñecos fue escrita en el año 1927. Narra la historia de un niño
cuyos familiares, su abuelo y padrino le enseñaron a tener respeto por los
muñecos que ellos vendían en aquella tienda. Como todo niño, le encantaban los
muñecos, pero su abuelo y su padrino no le permitían jugar con ellos, ya que
para ellos los muñecos eran muy importantes hasta tal punto que afirmaban
deberles la vida; como curiosidad, tanto su abuelo como el padrino ordenaban
los muñecos de forma jerárquica. Muchos años después el abuelo del niño
falleció, y la tienda pasó a manos del padrino, quien tampoco le dejaba tocar
aquellos muñecos. Al transcurrir de los años, el narrador se convirtió en
hombre, éste se dio cuenta que la tienda no surgía como era debido, esto a
causa de los espantosos muñecos que su padrino ponía en venta. Su padrino fue
envejeciendo y a medida que esto pasaba este se iba pareciendo más y más al
abuelo del narrador. El padrino se desvanecía poco a poco. En su última
conversación su padrino solo le daba instrucciones de cómo sacar adelante la
tienda de muñecos, y llegó a solicitar ya convaleciente la presencia de un sacerdote
y dos religiosas. El padrino siguió dando instrucciones y finalmente murió.
Heriberto el mozo que trabajaba en la tienda mostraba aún más dolor que él dándose
todos cuenta de ello, Heriberto abrazó al narrador exclamando ¡estamos solos!
hasta que este se lo retiro cuidadosamente señalando a los presentes y
diciéndoles que colocaran todos los muñecos en orden. Y así concluye la historia.
Esta adaptación de la Tienda de Muñecos es
un relato que presenta una aguda crítica a la sociedad venezolana, mediante una
sátira, que hace referencia a expresar indignación hacia alguien o algo, con
propósito moralizador, lúdico o meramente burlesco. Un anciano, Don Julio,
lector consumado va a su librería predilecta a recoger un pedido de libros
adquiridos con anterioridad, y mientras el vendedor de nombre Martín, va a
buscarlos, Don Julio descubre un libro que no había visto en la tienda, La Tienda de Muñecos, de J. Garmendia; y
comienza a leer la historia, donde el protagonista es obligado desde niño por
sus mayores, su abuelo y su padrino, que en ciertas etapas, dueño de la tienda,
a tratar con mucho respeto a los muñecos que se exhiben en la misma, y
curiosamente, son ordenados meticulosamente según su jerarquía. La tienda es una metáfora de la sociedad de
la época, en relación a que cada individuo ocupa su lugar dentro de un orden
establecido.
Me
gustó cómo se plantea la historia, como se crean expectativas nunca ha leído
buenas historias, lo cual, está en particular quedo muy clara, con las
ilustraciones, sin presentar equívocos. El tipo de narrador es de primera
persona, o narrador protagonista.
Es
una adaptación en formato comic, en un intento supongo de llevar a leer el
original o despertar la curiosidad de los lectores de los magos de las viñetas.
Yo lo valoro con cuatro estrellas, sobre todo a los expertos Oriele Benavides y
el ilustrador Diego Duque que hicieron la tarea de adaptar estas 34 páginas,
con dibujos claros, bien delineados de tonos pastel que de forma directa dan
forma a este relato ilustrado. Por
supuesto tendré que adaptar sobre lo adaptado, por aquello del contagio de la
adaptación a mis impresiones lectoras. Así
que disfrute este comic para entender, porque a Heriberto le piden que no
atiple la voz ni manosee los muñecos.
Sobre
el autor
Julio
Garmendia Murrieta nació en El Tocuyo, Edo. Lara, el 9 de enero de 1898. Su
pareja por muchos años, desde 1947 hasta su muerte fue Hilda Uves Nollman de
Kehrig Tallinn, (Estonia, 1906 - Caracas, 2001), quien guardó y conservó la
obra del insigne escritor y diplomático. Garmendia fue uno de los alumnos
fundadores del Colegio "La Salle" conocido como “el de la colina”. Su
primer ensayo lo publicó en el diario El Eco Industrial, en 1904. En 1914 cursó
estudios en el Instituto de Comercio de Caracas, los cuales abandonó al poco
tiempo para trabajar como redactor en el diario El Universal. Ejerció la
diplomacia; primero en Italia; luego en Francia; y posteriormente en Dinamarca
y Noruega. Garmendia desde 1940 se alojó para el resto de sus días en el hotel
Cervantes de Caracas, donde conoció a la mujer de su vida, Hilda Kehrig; quien
le acompañó durante 30 años. Realizó análisis críticos, recopilados en los
volúmenes: Opiniones para después de la muerte (1984) y La Ventana Encantada (1986).
Su
prolífera obra está conformada por los siguientes escritos: La tienda de
muñecos (1927); La Tuna de Oro (1951); La hoja que no había caído en su otoño
(1979); El médico de los muertos, donde están los relatos, Difunto yo; El Gato
de los delgados; La Hija de la mafia; Manzanita la chiquita; Las dos Chelitas;
Las super; Mi abuela es un amor; La máquina de hacer ¡pu!¡pu!¡puuu! y La
motocicleta selvática.
Galardonado
por sus escritos, obtuvo en 1973, el Premio Nacional de Literatura, y en 1976
la medalla Honor al Mérito otorgada por el gobierno nacional.
El
escritor, periodista y diplomático tocuyano, es considerado el creador del
Realismo Mágico Hispanoamericano, Julio Garmendia falleció en Caracas, el 8 de
julio de 1977.
Sobre
el ilustrador
Daniel Duque comenzó en el dibujo formal comenzó a los quince
años, ilustrando su primer libro para la Fundación Editorial El perro y la
rana: Cantos de vacías tinieblas de José Antonio Ramos Sucre (2001).
Ingresa a la editorial en febrero de 2014 y para la fecha cuenta con nueve
libros ilustrados y otras diversas publicaciones gráficas. Ganador del 1er.
Concurso Nacional de Ilustración Alí Primera 2015 y del Premio Nacional de
Periodismo Simón Bolívar 2015, mención “Imagen Gráfica” junto al equipo de
diseñadores e ilustradores de la revista Épale Ciudad CCS.
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